La pandemia mundial que estamos viviendo nos ha dejado un verano más bien triste. Nos han quitado las fiestas, y en especial los Sanfermines de Pamplona. Comenzaron a celebrarse con el chupinazo a principios del siglo XX, evolucionando cada año hasta como los conocemos actualmente.
No obstante, la idea que tiene cada persona sobre este festejo es muy diferente. Normalmente la gente que viene de otros países lo consideran como una fiesta en la que desfasar. Si alguna vez has estado en Sanfermín, seguro que has visto a guiris borrachos bebiendo y vomitando por cualquier parte, y dormidos en la estación de bus y en los parques de la capital Navarra.
Muchos de los guiris, al igual que gran parte de los españoles, consideran esta fiesta como 9 días taurinos. Existe esa desinformación de que los Sanfermines son "sólo toros", afirmación que es completamente falsa. Bien es cierto que en la televisión se le da mucha bola al encierro y a las corridas. Pero es que, si no la diesen, ¿quién iría?. De todas formas, muchos visitantes se sorprenden al ver que dentro de la fiesta no está ese sentimiento. Es simplemente un icono de la fiesta, pero es un prejuicio hacia lo que son los verdaderos Sanfermines, y hacia muchos navarros y navarras.
Dentro de los puntos de vista de los navarros, hay de todo. Está la gente que apoya los toros, yendo única y exclusivamente para eso a la fiesta, los que apoyan este tipo de actos pero también todo lo demás, y los que vamos por la fiesta y la tradición que hay realmente durante los 9 días.
Pamplona se viste de blanco y rojo. Con diferentes actos, se muestra la tradición y la historia que tiene detrás. El 7 de julio es el día más importante, ya que es San Fermín, celebrándolo a las 10:00h con su procesión anual, desde la iglesia de San Lorenzo hasta la Catedral. Durante la semana, suenan las Dianas antes del encierro. También son típicos los Gigantes y Cabezudos a los que suelen acudir familias, dejando que los niños den sus chupetes a los cabezudos como símbolo de que ya no los necesitan. Conciertos, verbenas, jotas, charangas y espectáculos... inundan las plazas y calles durante el día en Pamplona.
Por la noche, en las plazas principales se montan grandes conciertos en los que actúan grupos famosos, a los que suelen acudir especialmente jóvenes, que seguirán la fiesta a continuación en los bares que hay por el Casco Viejo de Iruña, en las calles principales. Hasta que sobre las 06:00h, cierren y empiecen las Dianas, comenzando un nuevo día.
El sentimiento Sanferminero se encuentra en nuestros corazones no sólo durante estos días, sino también el resto del año. Por eso tanto el Txupinazo como el Pobre de mí son tan importantes y causan tantas emociones para quien los vive desde siempre, siguiendo la verdadera tradición navarra. Este año nos ha tocado pasarlos en casa o haciendo pequeñas comidas y cenas con la cuadrilla, pero los viviremos. Mientras tanto, como se escucha cada 6 de julio a las 12:00h desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona, Gora San Fermin!
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