Ir al contenido principal

Escuchando al cuerpo

Este año aprendí a parar. Conocí y descubrí rincones dentro de mi que creía inexistentes. Comprendí qué es el dolor y qué la felicidad. También he conocido la nostalgia y la morriña. Este año ha sido muy duro, diferente, pero también ha enseñado mucho más de lo que somos conscientes.

Recuerdo perfectamente cuando comencé a ir a terapia en septiembre. El primer día fue un poco duro y agobiante, pero cuando salí comprendí que por fin estaba buscando una salida a la caja negra en la que me encontraba. A oscuras, sin un rayo de luz. Fue entonces cuando la psicóloga me dijo: "Frena. Escucha tu cuerpo. Atiende tus tensiones corporales. ¿Qué te duele?".

A raíz de ahí comprendí todo el dolor que estaba reprimiendo dentro de mi; que tenía muchas cicatrices abiertas sin darme cuenta, tanto buenas como malas. Me di cuenta de que no sabía lo que era el miedo. No lo reconocía como una emoción más; había desaparecido de mí. Poco a poco, conseguí volver a respirar y a apreciar lo que tenía a mi alrededor. Apenas tenemos conocimientos sobre cómo escuchar lo que el cuerpo quiere decirnos, así que os recomiendo empezar por intentar escuchar cuándo quiere reír, llorar, saltar o comerse una palomita, aunque suene estúpido. El cambio se nota con el paso de los días.

Están siendo unos meses muy duros y largos. Cuando la psicóloga me dijo que necesitaba darme tiempo, me reí. Pero me ha enseñado que no puedes correr al día siguiente de lesionarte la pierna. Que son heridas aunque no estén a la luz, y como todas las lesiones, necesitan su reposo y su cariño para recomponerse. Fue entonces cuando decidí indagar en mí. Me aficioné a la lectura, cosa que siempre detesté.

También he conocido a gente muy guay últimamente. Me vuelvo a sentir querida o apreciada, aunque sean en muy pocos momentos. Tengo la autoestima baja, de eso también me he dado cuenta. Tampoco me veo bien físicamente. Los miedos me impiden salir de casa a veces, y la ansiedad me ha aumentado notoriamente este año. Hay emociones y sentimientos que han vuelto a mí después de mucho tiempo.

Pero si algo quiero hacer terminando este texto, es darle las gracias al COVID-19. Porque pese a ser un año horrible lleno de baches y retos, ha hecho que abra las ventanas de mi cuerpo y me ha ayudado a respirar desde el interior. De alguna manera, me ha ayudado a pedir ayuda, a salir de lo malo. Quiero darte también las gracias a ti por leerme. Por hacer que este proyecto tan personal vaya hacia adelante.

La salud mental no es ninguna tontería. Hay que trabajarla diariamente. Pero todo bache se puede superar pidiendo ayuda. Porque poco a poco, vuelvo a ser yo. Y es por esto mismo, que os quiero hacer la misma pregunta que me hizo mi psicóloga el primer día: "Presta atención a tu cuerpo. ¿Qué quiere decirte? ¿Te duele algo?".

Te deseo una feliz navidad 💝

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi viaje a El Aaiún, Argelia: La vuelta

 Después de los 10 días de experiencia en los Campamentos, llegó el momento de irse. Ese día lo recuerdo con nitidez, salvo por el cambio de horas. Tuvimos una despedida agridulce. Las familias se despidieron de nosotras, recogimos todo el equipaje propio que llevamos, y sólo nos quedaba esperar a la hora para irnos. El último día fuimos al mercado, y me compré un poco de maquillaje. La madre de mi familia me regaló entonces una melfa y un burka que actualmente lo utilizo como fular o pareo. Ese mismo día también fuimos a despedirnos de otra familia: la de Jadi. Jamás pensé que esa sería la última vez que la vería. Le entregamos ropa que le habíamos llevado de mi familia, y me emocioné al ver que llevaba puesta ropa que yo utilizaba cuando era más joven. Me resultó muy bonito porque me recordaba a mi yo de la infancia. No nos esperaba, por lo que se echó incluso a llorar de la emoción de nuestra visita express . Esa sonrisa tan pura al vernos, al ver que le llevábamos regalos, la f...

Insomnio y realidad distorsionada

 Es muy fácil hablar de insomnio cuando una persona tarda en dormirse. En sí, es lo que significa, ¿no? Pero este trastorno puede ir mucho más allá. No te permite descansar como es debido, se acortan las horas de sueño y de descanso, por lo que puede acarrear muchísimas consecuencias y que éstas lleguen a ser nefastas. Por un lado, está la falta evidente de descanso que el cuerpo físico necesita para recuperar su energía. Por otro lado, estamos aumentando los pensamientos constantes y favoreciendo que se puedan crear bucles psicológicos en nuestra mente. Al fin y al cabo no conseguimos desconectar, y mucho menos dejar a un lado la mente. Es por esto que se pueden desarrollar trastornos de ansiedad o depresión con insomnio. Debemos tener en cuenta que estamos favoreciendo a la posibilidad de ver la realidad distorsionada como puede ocurrir con un trastorno de ansiedad pero que va más allá por la falta de sueño y sus posibles efectos secundarios. Por ejemplo, es mucho más sencillo ir...

Semana 5 de confinamiento: Desesperante.

Hoy es 22 de abril del 2020. Llevo exactamente 41 días de confinamiento. Es curioso porque mi etapa universitaria la empecé en la RMI de Bilbao en la habitación 41, viviendo sola pero compartiendo baño con Celia primero, y Amanda después. Han pasado 3 años y ahora me encuentro en un piso sola, en Santiago de Compostela, compartiendo todo el espacio conmigo misma. Mucha gente me pregunta que cómo lo llevo, y ya ha llegado un punto en el que no sé qué responder. ¿Cómo lo llevas? Esta situación me está dejando KO. Físicamente me intento mantener, pero psicológicamente... ahí está el problema. El día tiene 24 horas. Pues bien, de todas ellas me paso como 10h intentando ser productiva. Me levanto agotada, porque no duermo bien, o ni siquiera que ni descanso. Me intento ir a dormir un poco antes, pero hay días que he permanecido despierta hasta incluso llegar a ver el amanecer. Muy bonito y tal, pero el cansancio se nota. Hasta tengo pesadillas. Para activarme intento tomar un café o una inf...